Estudio del metabolísmo de la glucosa
Inflamación ( > 140 mg/dL)
Subir por encima de 140 mg/dL demasiadas veces fuera del ejercicio podría exponer a tu cuerpo a consecuencias a largo plazo relacionadas con la salud como la lipogénesis, la inflamación crónica y la resistencia a la insulina.
Con el tiempo, esto puede hacer que tu cuerpo entre en un “modo de almacenamiento” crónico con posibles efectos secundarios en el control del peso corporal y el control metabólico.

Carga de glucosa (90-140 mg/dL)
Antes del ejercicio, la glucosa sirve como principal nutriente energético o “combustible” para maximizar las reservas de glucógeno, lo que permite entrenar a mayor intensidad durante más tiempo.
Al prepararse para un ejercicio de alta intensidad, es útil aumentar la ingesta de carbohidratos para llenar las reservas de glucógeno.
Estado de adaptación (70-89 mg/dL)
Entre los 70 y los 89 años, su cuerpo cambia su “tono metabólico” en el que se prefiere la utilización de la glucosa al almacenamiento.
Con el tiempo, esto puede hacer que su cuerpo pase al “modo de utilización” con efectos potenciales en el control del peso corporal y el control metabólico.
Recuperación alterada (<70 mg/dL)
Después del ejercicio, reponer las reservas de glucógeno es fundamental para promover la recuperación.
Cuando sus niveles de glucosa caen hacia 70, sus músculos pueden no recibir la glucosa necesaria para recuperarse adecuadamente.
Asegúrese de mantener sus niveles de glucosa por encima de 70 para reponer rápida y eficazmente las reservas de glucógeno utilizadas durante el ejercicio, preparando su cuerpo para la siguiente demanda de rendimiento.
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